Podríamos definir la seguridad en Internet como el conjunto de medidas que los internautas deben tomar para navegar con ciertas garantías por la Red, mantener a salvo su privacidad y la integridad de sus PCs. Una navegación segura no sería concebible si nuestros PCs estuviesen infectados por algún tipo de malware o software malicioso (virus, troyanos, gusanos, adware, spyware, dialers, keyloggers, rootkits o PUPs - Potentially Unwanted Programs) que a su vez abriera puertas traseras (backdoors) que permitieran a los intrusos acceder a nuestros PCs a su antojo.
Por todo ello, entiendo que la seguridad en Internet está estrechamente ligada, entre otros aspectos, a la ausencia de software malicioso en los PCs. Por supuesto, además de contar con un antivirus residente, programas antispyware (sólo uno con protección residente) y un cortafuegos, también son necesarias ciertas dosis de prudencia, precaución y sentido común por parte de los internautas cuando navegan por la Red, realizan compras con tarjeta de crédito, acceden a webs de entidades bancarias o descargan software (cuidado con los programas que se descargan e instalan en el PC), además de mantener los Sistemas Operativos actualizados (actualizaciones de seguridad y Service Packs).
El factor humano incide muy directamente en la mayoría de los casos en que se producen infecciones, entre otras razones, a causa de:
*Negligencia por parte de los usuarios a la hora de instalar y mantener actualizados el antivirus y programa anti-spyware residentes.
*Despreocupación y falta de previsión por el tema de la seguridad de sus PCs.
*Desconocimiento del potencial riesgo que corren sus datos personales cuando "viajan" por la Red; por ejemplo, cuando rellenan formularios con información confidencial en páginas web no cifradas.
*Exceso de confianza por parte de los usuarios de Internet. Craso error pensar que porque se tenga instalada la "mejor y más costosa" suite de protección en tiempo real con antivirus, antispyware, cortafuegos, bloqueador de scripts maliciosos y pop-ups, etc. incorporados, se puede navegar y acceder a cualquier página web sin riesgo de que el PC se infecte (los códigos maliciosos y "exploits de seguridad" están en circulación antes de que los antivirus puedan detectarlos o se haya liberado el parche o actualización correspondiente - vulnerabilidades Zero Day).
Los internautas deben ser conscientes de los peligros que acechan en la Red. El simple hecho de abrir el navegador ya implica la transmisión de un caudal de datos desde nuestro ordenador hacia el exterior: Nuestra dirección IP, el Proveedor de Servicios de Internet (ISP - Reverse IP), las páginas visitadas (referers o referidos) y la ID (identidad) de las cookies de usuario son una auténtica fuente de datos tanto para los expertos en marketing como para los delincuentes informáticos, "crackers", etc. Con toda esa información pueden crear los llamados "perfiles de identidad" y almacenar datos sobre las búsquedas realizadas, tiempo de visita a una web, enlaces que se eligieron, etc.
Por otra parte, la proliferación de webs maliciosas y fraudulentas, que pretenden obtener información privada y datos confidenciales de los usuarios mediante el engaño, supone un elevado riesgo para nuestra seguridad e intimidad. Como consecuencia, es preciso establecer las pautas necesarias para salvaguardar nuestra privacidad y crear una cultura de la seguridad en Internet que trascienda a los ciudadanos. En esa tarea debemos estar inmersos tanto las Administraciones Públicas como los profesores y padres. Proteger a los menores y orientar a los padres para que puedan educar a sus hijos en el uso responsable de Internet deben ser los objetivos primordiales.
http://josecandido.galeon.com/ 

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